Teniendo en cuenta su comportamiento, es importante siempre solicitar ayuda médica, ya que el profesional puede analizar y especificar el mejor tratamiento para cada caso. Tal vez no resulten con total efectividad, pero pueden ayudar menos críticos.
Entre los tratamientos encontramos el
farmacológico, donde se utiliza algunos estimulantes para lograr la concentración
del niño. Si las actitudes son de origen psicótico, es necesario utilizar
sedantes.
Hay tratamientos cognitivos para que el niño
realice cierto tipo de tareas y así aprenda a planificar tanto sus actos como
su lenguaje interno.
Lo más importante es que estos niños deben de
mantenerse en un ambiente familiar que les de estabilidad emocional, ya que
tanto los padres como hermanos son imprescindibles para lograr en ellos un
comportamiento normal. Sus familiares serán los modelos a seguir y le
transmitirán la seguridad que necesitan; así irán formando valores tales como
la disciplina y la autoridad. La evolución de un niño hiperactivo depende en
mayor medida del compromiso de los padres y su familia
.
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